Ahora si que me carga la chingada
En serio, acábate ya puto año de mierda que solo me dejaste más solo que nunca.
El único ser vivo que de verdad me amaba se murió esta tarde, porque? Porque todo el que le rodeaba era un imbécil egoísta que solo se preocupada por su bienestar.
Si va para todos ustedes en mi casa, que creen que tener “perro” es como tener lavadora, televisión y ser la familia promedio… pero ni familia podemos ser.
Primero aprendan a cuidar de ustedes mismos, luego podrán pensar en echarle un vistazo a otra vida aunque sea “inferior”.
Ahora quien va a saltar de gusto cuando me vea?
Ella era la única con la que podía jugar futbol, aunque me ganara… con ella si podía jugar.
Ella sabía cuando estaba triste, se ponía enfrente de mí y se cubría los ojos era como si me pidiera que no llorara.
Ella escuchaba mis llaves desde que las sacaba en la esquina, al abrir ya estaba ahí, moviendo la cola como las alas de un colibrí, con esa sonrisa de perro jaja, y esos hermosos ojos cubiertos de los rizos despeinados mas rock que he visto, definitivamente era mi perra.
Brincaba, me besaba la mano y corría por la pelota, el hueso o simplemente se iba, pues ya me había recibido, aquel sujeto de cabello largo y chamarra de cuero había llegado y la noche estaba completa.
Cuando preparaba algo de comer ella siempre estaba en la ventana, pues un poco de “NOcroquetas” no le hace daño a nadie. Galletas, cajeta, mermelada, hot-cakes, helado, carnes en todas sus presentaciones, frutas, yogurt, todo lo que alguna vez hubo en un plato para mi, también lo hubo para Chiquita, me imitaba y en dos piernas se disponía a probar lo que ese sujeto ahora con pijama iba a comer.
La mayoría era una delicia, pues siempre repetía, lo único que no quiso probar era cuando me comía la noche con los ojos de trabajo o de tristeza, solo de vez en cuando iba a revisar si aún seguía despierto.
Le encantaba sentirse de mi estatura mientras descansaba en mis hombros, ver a mis sobrinos pequeños y a los canarios a los ojos.
Ver si la sombra en la puerta era segura, si era de nuestro interés, como quien dice, chismear.
Le gustaban los gatos.
Lo que no le gustaba era que la dejaran sola, a quien en verdad le gusta que los que te quieren se vayan?.
Ella me conocía, y le gustaba, y era correspondida.
Ayer, en una noche más de desvelo, de triste desvelo, me sentía de lo más melancólico, lejano de este cuerpo, deseando estar en otro lugar, de regresar el tiempo, de descifrar algo que no conozco, en un estado de profunda depresión, angustia y al borde del llanto, ella se apareció por mi puerta, camino como pudo y se durmió en mis pies, me acompaño toda la noche, ella tenía un gran dolor, pero no podía pasar por alto el mío… eso es amor.
Dormimos juntos, tal vez soñamos lo mismo, yo por que lo deseo con todo mi ser y ella porque no quería dejarme solo.
Solo pude decirle “nos vemos chiquita”, pero tardara más de lo que pensé, esta noche no fue, pero en algunos años, la veré, si es que del otro lado ves a todo lo que fue esencial en tu vida.
Estaré rodeado de ella y vamos a volver a jugar, y esta vez podre escucharla decir: “ya no llores”.
Te amo traviesa chiquita, se que aun estas aquí.
Jaaja ya falta poquito.
ResponderEliminarPor cierto, su blog me parecio muy interesante, ya pertenece a mis favoritos!
Saludos,
Orlando.