miércoles, 27 de abril de 2011

Amor Animal


Tal vez este entrando en esa etapa donde tenga que tomar algo para dormir. Fármacos, alcohol o algo más… pero la finalidad de gastar ese tercio de vida en “descansar” ha seguido presente, de una manera forzada.

Hoy mi condición es emocional… estoy algo preocupado.

Columbo, mi perro, estuvo bastante dormilón y triste este día.

Lo dormilón se ve en esa bola de pelos echada boca arriba cerca de mí, vigilándome o cuidándome, o simplemente acompañándome.

Lo triste lo ve en sus ojos, cuando deja mostrar lo que le da título a esta entrada, mi regreso.

El amor animal. Esas chipas en los ojos de los que incomprendidos en sus expresiones características de raza o especie, se encienden a la mínima caricia.

Es el amor más natural que he conocido y que he sentido, pues es obvio que un animal me ha amado en la vida y que a veces los instintos vuelven al ser humano, cuando ama.

Hoy siento la conexión que presumo con la naturaleza y con Columbo, el amor por la vida y sus formas puras, no solo simios rapados lanzando caca y vistiendo marcas.

Regresare a mis instintos, al escribir y amar como un animal. Tal vez por eso no duerma.
He estado reprimido algún tiempo, de palabras y de emociones.

Resulta difícil dejarse llevar una vez más cuando apenas ves el lugar a donde se te ha llevado.

Sería más fácil , si fuera un animal.

Hoy por hoy soy nocturno, poco animal, poco inspirado.
Pero otros ojos me han dado una razón por esta noche.

Sus ojos salvajes diciendo todo lo justo en esos momentos, solo  a la espera de la sonrisa humana, incomprensible pero reconfortante, él no lo sabe, pero lo siente.

Sería más fácil, si fuera un animal.