martes, 24 de febrero de 2009

Del aniversario al olvido...

Desde mi cumpleaños han pasado cosas raras...

Me sentí más comprometido con mi profesión, lo tome más en serio, comencé a comprometer mi tiempo, al menos mi tiempo despierto, con mi trabajo, siempre pienso en el, estoy obligado a ello y todo para fin de año comprarme una Gibson.

El amor, el día cursi y meloso, este año no lo fue tanto… y no lo digo por mí, sino porque al salir al centro de la ciudad, me pude percatar que no había globos, flores, peluches… eso me recuerda algo… pero en fin, no lo hubo en las calles como otros años, cuando volteaba a donde sea y veía una pareja inexperta disfrutando de un gran beso o de ese apretón de manos que parece un corazón latiendo.

Pude pasar desapercibido, entre multitud de gente sola, con amigos, pero por dentro sola.

Deje un poco mis clases de música al ser presionado por las dos situaciones anteriores, pero le pude nombre a mi regalo de cumpleaños, a esa preciosa guitarra electroacústica con la que mis amigos demostraron que importo más de lo que por las noches creo.

Ode, la guitarra electroacústica, que será mi fiel compañera en cuanto pueda comprarle un vestido digno y darle el tiempo del mundo.

El nombre es de mi invención, y sale de una historia un tanto compleja que reservare para otra noche dentro del blog.

El trabajo, el amor, el cansancio de ambos, por su carga o su ausencia… me trajeron al blog hasta este día, con los ojos que arden y pesan, con dudas, con muchas dudas de estos días.
Interrogantes que tal vez no importen, preguntas de las que no tengo bases realmente, solo queda ir de nuevo a la espera de que estos días pasen.


Del aniversario de mi primer llanto al olvido, son días donde no me siento el mismo.

-solo cambie el fondo por ti lino, los demas por mi que se queden ciegos-

viernes, 6 de febrero de 2009

Hace una semana...

Fue mi cumpleaños hace una semana, y en vez de 7 días me siento 7 años mas viejo.

Son las desveladas y el café en cantidades industriales… o el frio que acentúa el rechinar de mis “jóvenes” rodillas…


O nada mas es el darme cuenta que muy en el fondo necesitaba una felicitación en especial… y no llego.



Como sea... feliz cumpleaños Carlos… te dedico esta canción: