En el desvelo encuentro la amargura
la quietud de la cama, el murmullo citadino
me estoy muriendo, de noche es más claro
Veo los caminos, oscuros todos
prometedores, atrayentes
seductores como tus ojos
Los mismos caminos pronunciados
en el horizonte como si fueras tu,
recostada en el mundo.
Al final me invitas a recorrerte otra vez,
Espero no perderme